Las sociedades de inversión , mejor conocidas como fondos, son la forma mas accesible para que los pequeños y medianos inversionistas puedan beneficiarse del ahorro en el instrumento bursátiles.
El inversionista compra
acciones de estas sociedades
cuyo rendimiento está
determinado por la diferencia
entre el precio de compra y el
de venta de sus acciones. Los
recursos aportados por los
inversionistas son aplicados por
los fondos a la compra de una
canasta de instrumentos del
mercado de valores,
procurando la diversificación de
riesgos.
Estas instituciones forman carteras de valores o portafolios de inversión con los recursos que captan del público inversionista. la selección de estos valores se basa en el criterio de diversificación de riesgos. Al adquirir las acciones representativas del capital de estas sociedades, el inversionista obtiene ventajas tales como diversificación de sus inversiones, principio fundamental para disminuir el riesgo y, la posibilidades de participar del Mercado de Valores en condiciones favorables sin importar el monto de recursos adaptados.
Para un inversionista pequeño o mediano, adquirir unitariamente instrumentos del mercado de valores, equivaldría a concentrar excesivamente su inversión. Ello, sin considerar que en muchos casos, son elevados los montos mínimos exigidos para la compra de un instrumento bursátil en particular. En una sociedad de inversión, en cambio, los recursos del inversionista se suman a los de otros, lo que permite ampliar las opciones de valores bursátiles consideradas.
Adicionalmente, no todos los inversionistas cuentan con el tiempo o los conocimientos requeridos para participar por cuenta propia en el mercado
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